El cortisol es una hormona que se produce normalmente en el humano y es ampliamente reconocida por su relación con el estrés debido a que cuando una persona se encuentra bajo condiciones de tensión, su cuerpo lo libera para ayudarle a enfrentar esa situación. Pero ¿cómo sucede esto? Los niveles de cortisol que alcanza el cuerpo humano en situaciones de estrés, hacen que se aumente la movilización de glucosa en la sangre, mejore la concentración y actividad cerebral y aumente la capacidad resolutiva que le permite actuar frente al evento estresante. Sin embargo, cuando la persona se encuentra constantemente en condiciones que causan presión física y mental (altas cargas laborales, dificultades económicas, problemas de pareja, etc), expone su cuerpo a la actividad sostenida del cortisol, lo cual deteriora su metabolismo afectando el estado de ánimo (pudiendo sentirse enfadada, triste, deprimida, entre otras), aumentando sus niveles de glucosa en la sangre y su presión arterial y reduciendo la capacidad de su sistema de defensa frente a infecciones.
Medir la concentración de cortisol en sangre u orina es un procedimiento que se realiza cuando el médico observa manifestaciones clínicas particulares en su paciente. Esta hormona se encuentra disminuida en enfermedades como el hipopituitarismo y enfermedad de Addison y aumentada cuando hay tumores que afectan las glándulas pituitaria y suprarrenales. Algunos medicamentos pueden elevar también su concentración sanguínea como aquellos que contienen estrógenos (algunos anticonceptivos orales) o glucocorticoides sintéticos (por ejemplo, prednisolona); además, las mujeres embarazadas también pueden tener niveles aumentados de cortisol de forma transitoria. Así mismo, estudios clínicos han encontrado utilidad en la medición de los niveles de cortisol en sangre para evaluar la depresión; altos niveles de la hormona en sangre combinados con una sintomatología característica de la enfermedad, lleva a su diagnóstico definitivo. Tenga en cuenta que, para determinar el verdadero significado clínico de los resultados obtenidos en la prueba de cortisol, éstos deben ser analizados por el médico tratante en compañía del paciente.
Con respecto a la determinación de cortisol en sangre es importante tener presente que sus niveles en el cuerpo están en constante variación (en un mismo día o con el transcurso de los días de la semana). Generalmente se solicita su determinación sanguínea a primera hora de la mañana debido a que es el momento de mayor concentración de cortisol en sangre; de esta manera se evaluará su concentración en ese momento particular. Con el fin de valorar su comportamiento en el transcurso del día, algunos médicos solicitan su estimación en orina recogida durante 24 horas. Existen otros métodos menos empleados, que lo cuantifican en saliva o en pelo, pero los valores normales en este tipo de muestras no están completamente establecidos para lograr su aplicación de forma rutinaria. Por otro lado, existen diferentes metodologías empleadas en los laboratorios clínicos para medir la concentración de cortisol; sin embargo, la determinación de esta hormona utilizando quimioluminiscencia ha tenido bastante acogida debido a su alta precisión y automatización. En caso de requerir la medición de cortisol en sangre u orina, asegúrese que el laboratorio clínico al que acude cuente con esta metodología, y de ser posible, tenga acreditada la prueba bajo altos estándares de calidad.
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